miércoles, 28 de noviembre de 2012

Tiempo

Vamos a dejarnos un rato. 

El otro día creí que sería más fácil si dejará de hablar tanto conmigo, si dejará correr todo en modo automático, sin pensar todo se vuelve más rápido. ¿Qué es vivir? Me pregunto ahora sin saber bien si lo que pienso es lo correcto, si me voy por lo fácil, ni yo lo sé bien, tantas veces escribo para mi, para desahogar mi interior, y lo malo es cuando quieres compartir, lo poco o mucho que eres, cuando ya no te entienden y causas extrañeza y temor, a veces a mi también me da miedo lo indiferente que puedo llegar a ser. 

Si pienso en el pasado, no logro entender en que momento me volví tan así, tan yo. ¿Fue aquel verano en que andar en bicicleta me hacía feliz? ¿O tal vez cuándo me di cuenta que siempre estaría solo? ¿A qué edad fue eso? ¿A los 11? ¿A los 10? Hablar de mi y de todo lo que he borrado, es difícil de explicar, siempre me sentí fuera de lugar, no recuerdo un día en que no fuera así, siempre creí que este no era mi tiempo, aún lo sigo creyendo. 

Y creo que nunca aprendí a redactar, creo que todos me toman por alguien que no soy, aquí puedo sincerarme y aclarar que no soy tan listo, que la mayor parte del tiempo es la suerte quien me salva, esa si siempre me ha acompañado, y tengo muy claro que el día que no salga con ella, todo irá mal. 

Estos párrafos sin sentido me ayudan un poco, eso creo, es extraño no poder hablar con nadie de lo que me pasa, porque tendría que confesar muchas cosas, y, guardar secretos, es algo que con el paso del tiempo se vuelve más y más sencillo, adictivo, si todos supieran quién en realidad soy, en todo lo que me he convertido, tal vez ni me devolverían el saludo, entonces, para evitar conflictos, lo guardo todo aquí con el miedo de un día vomitar mi verdadero ser. 

Lo que necesito lograr es huir de aquí, me siento en una cárcel de oro, tengo todo y no me sirve de nada, en este punto ya me está cansando seguir en donde estoy, yo no veo aún todo perdido, para ser sincero, a veces todo se arregla solo.

 Si tuviera que hablar de ti, con alguien que apenas me conoce, o con quien sea, podría decir lo mucho que me gustaba despertar y saber que seguías ahí, eso es lo que más me duele, no lo puedo negar, por un tiempo creí que no estaba solo, pero no. O podría decir que planeaba muchas formas de hacerte feliz, eso es lo que más quiero, lo que más necesito, hacerte feliz porque el día en que te oí reír todo fue muy claro para mi, me dije que si yo pudiera oír todos los días esa risa todo habría valido la pena, solo quería oírte cantar todas las mañanas, ese es el futuro que me plantee vivir y no hay día que no lo siga deseando. 


Si pudiera confesar todo lo que soy...

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