Empezaba por ser fuerte, a buscar otras opciones, a mirar al futuro, a olvidarte.
Hablan de almas gemelas como si fuera lo más fácil, te encontré y desde entonces deje de ser yo, ¿y cuánto tiempo ha pasado de eso? ¿Cúanto tiempo he dejado que mi vida se arruine solo por mantener tú recuerdo intacto?
Y duele, quizas igual que el primer día, o tal vez más, esto es lo que pasa cuando te vas:
Siempre camino sin rumbo, sin esperar nada, sonriendo por compromiso, hablando por hacer algo, y duele todo, todo condenadamente me recuerda lo que eres tú, no hay nadie que no te piense, que no comparé lo que me rodea con una situación similar en la que si estas tú.
Eternamente lo vivido contigo siempre será mejor, a pesar de que no sea cierto.
Todos los días son iguales, todo jodidamente normal, sin razón de vivir, nada más existo.
Dueles todos los días, todas las mañanas, todas las tardes, todas las noches.
Y después, vivir como si jamás te hubiera encontrado, evitar la sonrisa al escuchar tú nombre, tratar de enamorarse, pero termino cayendo con alguien parecido a ti, pedacitos de tú alma y cuerpo repartidos en otras personas.
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