Una decisión que podría cambiar no sólo tú vida.
Incluye mi persona en ese tema.
Yo sé,lo sabes y lo saben todos.
Para que estas aqui,necesitas de mi,y a mi me gusta depender.
Una línea más para estar a tono.
Empezaba a creer que esa no era la forma correcta de mirar a la gente,desdeñosamente y con deseo.Como si los odiara a todos y a la vez los amará.
Caminaba,salía,transportaba.
A veces simplemente no podía imaginarse la vida sin esa persona de enfrente.
A veces sentía que pertenecía a demasiadas historías sin final.
Mal o bien,en aquel vagón no había ningún "futuro",ni presente,ni pasado.Sólo era una persona más con destino marcado,pero él sabía que no erá asi.
No tenía nada,ni familia,ni amigos,ni pareja,ni perro,ni siquiera un agradable vecino.
Por eso salía.
A veces al amanecer,sólo para conocer como dormitaba el amor de esa mañana
A veces al mediodía,para entender lo que le molestaba o alegrabá a la perfección representada en persona
A veces al anochecer,para enfrentar los miedos que acechaban al alma gemela
Y él no tenía destino,no era como si de repente pudiera acercarse a alguien y decir: "Hola",no después del trabajo que le había costado el estar solo.
Le gustaba imaginar,le gustaba hacerle creer a alguna desconocida que era feliz,le gustaba restregarle en la cara a alguien mas que él era feliz,como él bien sabía todos suponían algo que no era.Y él necesitaba eso.
Pero incluso a veces le marcaba a ella,le mandabá mensajes con contenido de extraña familiaridad: "No hay manzanas","Llegaré tarde,comienza tú","Tengo gripa".Le gustaba atormentarla,lo hacía facilmente y con suma alegría.
Incluso a veces le llamaba
Y ahi comenzaba su locura: Nunca le contestaba
Hacía más de dos años que no la miraba,que no la tocaba,que no la olía.
Y él sabía perfectamente que podría reconocerle a pesar de los cambios habituales que seamos tan distintos después de unos años.
Le reconocía la mirada,con miedo y extrañeza la primera vez.Con frialdad y arrogancia,la última.
Necesitaba de ese contacto insistente los primeros meses
Adoraba su voz,sus defectos,su altura.
Y él salía todos los días sin rumbo fijo sólo para reconocerle en pequeñas partes.
Él lo sabía,había millones de personas.Y sabía la probabilidad de encontrar a un ser humano con el mismo color de ojos,con el mismo olor,con la misma sonrisa.
Asi se mantendría,no necesitaba más,solo pequeñas moleculas de ella esparcidas por todo el viento