Parecia. Creia que asi deberia sentirse. No conocía otro modo de vida y acostumbrado estaba a sentir de mas. A soñar de mas. A creer de mas.
Tenia 20 años, pero parecía de 16 y al hablar era de 33.
Extraño. Era como si fuera asi siempre. Asi de sencillo.
Y le dolia terriblemente la muela, no podía dejar de pensar en eso y antes de tomar algún medicamento comenzó a mirar videos y fotos de ella, como si el que fuera su alma gemela aliviara su dolor.